PISO CUATRO
Jòse Luis
Sebastian Salas
Escudriña atraves
de la persiana la ventana del baño del edificio colindante al suyo , ligeramente por debajo de su línea de visión
. Son las seis de la tarde. Sabe que, a
esa hora, la rutina de su vecina es inamovible. Ella ingresa al baño, se desviste
con parsimonia. Está agotada por un día de trabajo cansador. Es Auditora y
trabaja en un Ministerio. Mientras se
quita la ropa, el vaho del baño por la caída del agua caliente de la regadera
inunda el ambiente. Lo hace lentamente ya que se sabe observada por el vecino;
lo descubrió unos días atrás, y ello le produce excitación, que al tocarse la piel desnuda , sin prendas ,
se acrecienta y hace que cambie su humor. Sin avergonzarse esboza un rubor en
sus mejillas. La ventana del baño la deja todas las tardes exprofeso
ligeramente abierta ocasionando que la imaginación de su observador se dispare
sin límites.
Las distancias de
las ventanas no superan los cinco metros –Los edificios de Departamentos están
construidos así
Rocio , mujer de veinte
ocho años , esbelta, tez morena y
brillante, brazos largos tonificados como sus piernas , las que dan forma al
cuerpo joven con caderas amplias y torso algo pequeño . Sus pechos turgentes, inmóviles,
silueta casi perfecta. La cabellera ensortijada cae hasta los hombros ,
enmarcando su rostro , con enormes ojos color miel , nariz respingada y boca
carnosa. Los movimientos casi repetitivos de despojarse de la ropa y dejarla
caer al piso son una insinuación para la mente y el instinto de Arturo, el
joven vecino que espera ese momento cada día , como si todo girara alrededor de
esa escena . Ansioso, busca no ser visto por la joven. El placer que le causa
observar a la vecina duchándose sobrepasa todas sus obligaciones como profesor
y abandona las clases virtuales que imparte para extasiarse con la sensual
vecina del Departamento de enfrente.
Rocio ingresando al box de baño toma su tiempo,
embadurna con jabón liquido sus brazos , piernas, abdomen y sube hacia sus senos con
movimientos expertos, luego baja hacia las nalgas y toca los labios
menores de la vagina con rapidez. Luego de impregnar el cabello con Champú deja
que el agua de la ducha caiga por su cuerpo y la espuma limpia y dibuja su
silueta , que aparece magnificada por los rayos de sol que ingresan
lateralmente por la ventana semiabierta , justo en dirección al edificio donde
fisgonea el vecino. Sale del box, toma una toalla y con movimientos aprendidos,
seca su cabellera mojada. Encircula con el tejido lanoso su cuerpo , se acerca a la ventana y dirigiendo
su mirada a la del vecino , que permanece cerrada por la persiana dice fuerte y
modulando sus labios
-Mañana otra vez,…
a las seis –
Arturo, anonadado
y sin salir de su asombro, no atina a nada , y la fascinación que tenia hasta
ese momento se aplaca ante la acción de la joven .”Me descubrió” , “que tonto
fui” ¿Cómo lo supo? De todas maneras, ya no puedo echarme atrás, ella sabe que
la espío y quedo como un niño travieso . Traspira, se sienta en el suelo tomándose la
cara con sus dos manos.
Al dia siguiente
Rocio ingresa nuevamente al teatro que en su mente organizò para despertar aún más
la curiosidad de su vecino . Esta vez se despoja de una blusa blanca y trasparente,
dejando aparecer sus amplios senos cubiertos con un brasier negro ceñido a su
piel, con encajes. Quita los pantalones jeans y los deja caer al suelo. Su sexo
está cubierto por un calzón de color negro que hace juego con el brasier . Ella
sabe lo que hace, se colocó esas prendas íntimas simplemente para excitar al
vecino y hacer acrecentar el fetichismo del curioso muchacho. Camina por el
cuarto de baño, va y viene moldeando sus caderas con movimientos sexies , pasea
y a momentos inclina su torso como si tomara algún objeto del suelo , estira
sus brazos hacia arriba y los junta dejando ver en esplendor su cuerpo joven ,
bello y agresivamente femenino.
Arturo observa y
la excitación aumenta, con la boca ligeramente abierta y los ojos fijos, siente
una erección, se inicia un aumento del calor corporal. Trata de disimular y
permanece detrás de las persianas, ahora inútiles para esconderlo. Sabe que la
muchacha se vistió con aquella ropa, para él, para que la viera y lo
disfrutara.
Rocio se quita la
ropa interior, primero el sostén , aparecen
sus pechos blancos con areolas
rosadas y pezones erguidos , Lo hace frente a la ventana , luego se voltea y se
despoja de su braga negra , agachando su torso hasta que sus manos la retiran cerca
de sus pies , mostrando sus amplias nalgas y cadera redondeada.
Arturo, no
alcanza a pensar, Lo que ve lo obsesiona, levanta ligeramente la persiana
horizontal instintivamente. Su miembro lo tiene en erección y no le cabe en sus
pantalones Baja la cremallera para su liberación. Traspira y palpa sus muslos.
-“Es bellísima y provocativa “- suspira
Rocio toma la
ducha acostumbrada. Deja la puerta del Box de baño abierta. Empapada de agua
sale al piso marmoleo del baño. Completamente desnuda se acerca a la ventana.
Hace ademanes para que Arturo suba la persiana. El entre ensoñación y asombro
lo hace. Están frente a frente separados por los cinco metros . Ella con el agua en su cara sumamente
sensual, mostrándose tal cual es le dice :
-piso cuatro , Departamento B.
Joseconacentoenlao