NOTA AL PIE:
Como será nuestra vida de hoy en adelante .Un cuento futurista mio. A ver , a ver que les parece
jlss
EL CHIP Y LA
RESPUESTA
José Luis
Sebastián Salas
-Hazlo de una
vez- reprendió Laura a Tomas. El con una acción decidida, doblo su brazo
izquierdo y tecleo una serie de números en su antebrazo. En la piel se
observaba una pantalla brillante de un chip llamado D.I.S.P. (dispositivo
intradérmico superficial personal). Los números resaltaban luminiscentes atreves
de su tegumento.
-Ya está, Laura,
ya cancelé – dijo Tomas emocionado y los dos se unieron en un abrazo. Habían
conseguido el sueño, poseer una casa en la cual pasarían de lo irreal a vivir
su amor juntos.
-Te quiero y
espero estar junto a ti toda mi vida-. Las palabras de Laura retumbaron en la
mente de Tomas. – Digo lo mismo- balbuceo.
Los planos de la
casa aparecieron en los antebrazos de la joven pareja. Fueron impresos en
papeles mediante un sistema de conexión con una impresora que se encontraba en
la oficina donde ellos permanecían. Era
la respuesta del Ingeniero que contrataron para la construcción de la casa
Tomas mirando al cielo
balbució -Allí podremos forjar nuestros destinos - . A Laura le brillaban los
ojos y con una sonrisa de complacencia, se dejó caer en un sillón. Suspirando empezó
a entonar la melodía de una canción: “all my troubles seem so far away” ,
musito . Tomas la miro, con complicidad, su alma se llenaba de complacencia al
ver a su amada, feliz.
-Esto se merece
un festejo- dijo mientras digitaba una escritura en el chip de su antebrazo. A
los 15 minutos, se veía bajando desde el cielo un dron que sostenía un paquete que fue atrapado por Tomas. Luego
de desembalarlo, aparecieron dos platos de Langostinos con arroz y dos copas de
vino cerradas herméticamente , que luego de apretar un botón , se desprendió
una tapa y aparecieron brillantes y relucientes con el contenido rojizo en el
interior de las mismas.
Tomas realizaba
su trabajo desde el chip de su antebrazo y Laura buscaba la comida del día , mediante el mismo procedimiento.
-Qué fácil es
todo- dijo Tomas . Claro, cuando tienes dinero en los bancos, aclaro . Todo lo
realizamos desde casa, sin movernos.
Se aislaron,
voluntariamente de familia y amigos . No se movían de la casa. No atinaban a
conocer personas. Ellos se sentían arropados uno con el otro. Una mañana luminosa Tomas con una mirada
ausente le dijo a Laura –No sé lo que me pasa- siento un dolor en el pecho y en
el brazo izquierdo. De pronto cayo desmayado.
Laura palideció y presa de desesperación, discó el numero de emergencia en su
antebrazo , llamando a Emergencias del Hospital mas cercano, luego observo la información de actitud en estos casos que aparecía
en la pantalla , también de su antebrazo . Ayudó a su pareja como pudo y
siguiendo las instrucciones ante la situación. – No, Tomas, no me hagas esto
–gritaba mientras realizaba maniobras de resucitación. Sudaba. Llego un helicóptero,
posado en un terraplén cerca de la casa. Agiles, paramédicos se dirigieron al
lugar donde yacía Tomas. No pudieron contra el destino. Tomas murió. Un infarto
acabo con su existencia, tal vez por la vida sedentaria que llevaba, talvez
porque lo traía información genetica. Nadie sabe.
Laura quedo desdichada,
sola y buscando respuestas a su congoja.
-¿Por qué a mi?-
Pregunta que todos nos hicimos alguna vez
. Y tecleo en su antebrazo, la misma pregunta. El chip D.I.S.P. quedo en
silencio y solo apareció una frase; El dispositivo no encuentra respuesta.
joseconacentoenlao
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