jueves, 1 de abril de 2021

EL LLANTO DE GUERNICA


 NOTA AL PIE : 


Les paso un relato-cuento que realice sobre este estupendo cuadro por todos conocido El Guernica Les sugiero que lo lean observando la pintura   Espero comentarios . Soy muy nobel para la escritura pero me disipa y eso es suficiente.


 EL LLANTO DE GUERNICA


José Luis Sebastián Salas

 

La tenue brisa mañanera nos sitúa en la ciudad de Guernica, en el norte de la península ibérica.

La pradera llena de variados verdes rodea a las edificaciones que se alzan altivas. Un toro pastea en el campo debajo de un árbol frondoso y cerca de él, un caballo cobrizo permanece unido mediante un lazo a una madera. Cecilia, mujer de mediana edad pasa delante de los animales y dirige sus acelerados pasos hacia un mercado artesanal cercano, mientras su madre permanece observándola atreves de la ventana de su casa. A pocos metros, Inés, joven madre acurruca su hijo de meses sentada en un poyo, en el pórtico de una vivienda más bien humilde. Ella ve pasar a Cecilia. Un soldado, Antonio Ferrante ataviado con uniforme militar pasa altivo por la vereda, cumpliendo con su deber de cuidado a los ciudadanos. Es la guerra civil española. La ciudad, pese al tiempo bélico permanece aislada de violencia.

Fuerzas militares obedecen la orden. Pilotos alemanes e italianos surcan, en sus pájaros de fuego los aires, ensordeciendo y atentando la quietud. Son aviones que a baja altura sobrepasan la ciudad causando ansiedad en los habitantes. En un momento amargo, expulsan bombas de los vientres metálicos de esos aparatos voladores. Como piedras agrupadas salen despiadadas y se topan con la tierra e edificaciones, causando el desorden de partículas de las casas hacia la periferia, que se doblegan a la destrucción y al incendio. Se manifiesta la angustia de la gente en sus rostros y provoca escapatorias hacia ninguna parte, simplemente con la intención de salvar sus vidas.  El caos ronda la escena. El terror se apodera de la mañana placida y la pregunta sin respuesta surca en las mentes de la gente de Guernica. - ¿ Que sudece? ´- gritan al cielo .

¿Como “fotografiar” ese momento álgido?, ¿Cómo gritar al mundo la injusticia de esas acciones? El oprobio de los asesinos que atacaron a la apacible ciudad, sin razón alguna,  sucumbirá en un cuadro pictórico , que mostrara el horror mediante pinceladas magistrales de los actos que a la postre quedaran impunes ante la ley , pero no a la condena de la sociedad.

 

Inés, la madre eleva su rostro al cielo. Se deslizan lágrimas, muestra sus dientes y su lengua puntiforme sale de su boca con un grito desgarrador. Sostiene a su hijo cuya cabecita cae yerta, con los ojos sin pupilas; muerto. La imagen nos retrotrae a “La piedad” escultura de Miguel Ángel El toro que pastaba es el único que nos mira directamente, como reprochándonos por no hacer nada. Simbólicamente representa a España. Cecilia quien pasaba por la calle. Vaga desorientada, arrastrando su pierna herida y pálida. Su rostro hace una mueca de sorpresa. La ropa esta desgarrada por la fuerza de la expansión de las detonaciones. Su madre se agita, abriendo sus dedos desesperada porque las llamas en su casa lo consumen todo incluso su cuerpo .La escena es grotesca .

. Antonio Ferrante , el soldado yace en el suelo , con un brazo amputado por la violencia del ataque .Cerca, una rama verde aparece como una señal de esperanza. El caballo atravesado por una lanza de un tirador invisible, sugiere un grito desesperado e impotente ante tanta maldad. Una paloma, signo de la paz, queda sin vida en medio de la escena. Una bombilla eléctrica corona la imagen simulando las bombas que destruyen todo. La imagen de un ser etéreo ingresa al cuadro por una ventana, con un quinqué iluminando el momento, para que nadie dude de lo que ocurrió y advertir que no vuelva a pasar- por favor-. Tonos grises, negros, blancos y azules pintan el momento dramático que tuvo que soportar la ciudad de Guernica. Todo como un manifiesto de no a la guerra.

Nada volvió a ser lo que era. La madre desquició. Los huérfanos del soldado vagan, Madre e hija muertas y los animales sin poder manifestar su desolación.

¿Cuál es el momento en que los humanos tocamos la tecla de la maldad? Sin siquiera pensar en que se alterará la vida de nuestros semejantes, por una acción no meditada. Sin sentido

Las mañanas de Guernica ya no son placidas. El sombrío pensamiento que del cielo puede venir la barbarie hizo que sus habitantes se sumerjan en un profundo dolor.

 

 

joseconacentoenlao

jlss


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